Mirador de los Cóndores

La emoción de alcanzar una cumbre, ya sea corriendo, caminando o escalando, es algo difícil de describir. Es un sentimiento que solo quienes amamos la montaña entendemos. Supongo que es lo mismo que sienten los futbolistas al jugar o entrenar, o alguien apasionado por la jardinería cuando ve crecer su árbol y dar sus primeros frutos. Es una satisfacción que va más allá de las palabras.

Uno de esos lugares que regalan esa sensación única es el Mirador de los Cóndores, ubicado en el sector de Alfalfal, en el Cajón del Maipo. Este sendero de trekking te lleva hasta lo alto de unos imponentes farellones rocosos, justo en la intersección del Cajón del Estero Aucayes con el Cajón del Río Colorado. Aquí, alejados del ajetreo humano, los cóndores (Vultur gryphus) y las águilas moras (Geranoaetus melanoleucus) han encontrado el refugio perfecto para anidar. Gracias a esto, es común verlos sobrevolando a muy corta distancia, un espectáculo que deja sin aliento.

El sendero, ideal para una excursión de un día y apto para toda la familia, atraviesa paisajes de vegetación nativa como peumos, litres, espinos, cactus y maitenes, sumergiéndote por completo en la esencia del Cajón del Maipo.

Para llegar.

La forma más rápida y fácil de llegar es en auto. Solo tienes que manejar hasta el cruce de Las Vizcachas (esquina de Av. Camilo Enríquez con Av. Eyzaguirre), luego seguir unos 17 km en dirección al Cajón del Maipo. Cuando llegues al cruce indicado, gira a la izquierda y toma la ruta G-345, también conocida como “Camino El Alfalfal”. Desde ahí, continúa por 19,2 km hasta la “Quebrada El Trecientos”, donde encontrarás un área de estacionamiento a la izquierda.

Acá te dejo el anelace en Google Maps.

https://maps.app.goo.gl/pyEhJRTRNCveKYUN7

Si prefieres el transporte público, puedes tomar el metro hasta la estación intermodal Vicente Valdés y luego abordar el bus MB 72-C o MB 72-B. Eso sí, deberás bajarte en el cruce “El Alfalfal – Ruta G-345” y buscar la manera de llegar hasta la Quebrada El Trecientos. No olvides planificar bien este tramo final del trayecto, ya que no hay transporte público hacia el Alfalfal sin embargo podrías hacer dedo.

Al llegar, encontrarás un pequeño espacio para estacionar, suficiente para dejar el auto fuera de la ruta por donde suelen pasar camionetas y otros vehículos. Justo allí, verás una estructura que marca el inicio del sendero, junto con un cartel que indica que el acceso está cerrado.

Sin embargo, no te preocupes. La Municipalidad de San José de Maipo está trabajando en un proyecto para mejorar los senderos e instalar nueva señalética, pero el paso sigue abierto y puedes ingresar sin problemas.

El sendero está bien marcado, así que no hay margen para perderse. A lo largo del recorrido, encontrarás varias estaciones con señalética (unas 7 u 8) que te cuentan sobre el proyecto de conservación, así como la flora y fauna del lugar. Además, indican los horarios más recomendados para subir. En verano, lo ideal es comenzar temprano, alrededor de las 8:00 a. m., para evitar el calor. La subida hasta el mirador toma aproximadamente 2 horas, dependiendo del ritmo.

Yo subí en febrero de 2025, alrededor de las 8:30 a. m., en modo trail running, y a esa hora el calor ya se hacía sentir bastante. Así que, si puedes, empieza lo más temprano posible.

¿Qué llevar?

• Agua: Al menos 2 litros por persona (esto es clave).
• Snacks: Frutas, frutos secos, barras de proteína.
• Bloqueador solar: El sol pega fuerte, incluso en la mañana.
• Calzado: Zapatillas con buen agarre
• Accesorios: Una gorra y lentes para el sol
• Ropa de abrigo: Si vas en invierno, es imprescindible.

Ya lo mencioné, pero lo repito porque es realmente importante: lleva tus 2 litros de agua, sin excusas. Aunque en el camino te toparás con un estero (la Quebrada Cincomil), donde puedes refrescarte, el agua tiene un ligero sabor ácido debido a los minerales y la materia orgánica del sector de pastoreo.

Personalmente, bebí de esa agua y no tuve ningún problema, pero llevo años corriendo en montaña y estoy acostumbrado. Si no estás seguro, mejor lleva toda tu hidratación desde el inicio.

A partir de la Quebrada Cincomil, el sendero se vuelve menos definido y se divide en dos opciones a unos 50 metros de distancia.

• La primera ruta se desvía hacia el oeste (derecha), acercándose a unos farellones. Desde allí, el camino avanza en paralelo a estas formaciones rocosas hasta llegar al mirador. Aunque la huella es menos marcada, esta opción permite disfrutar mejor del paisaje.
• La segunda opción sigue recto en dirección sureste. Aquí, el sendero es más notorio y solo se acerca a los farellones al final del recorrido.

Independientemente del camino que elijas, ambas alternativas requieren menos de una hora desde la Quebrada Cincomil hasta el mirador.

El mirador es el punto más alto del recorrido, terminando abruptamente en la parte superior de un espolón rocoso que separa la cuenca del Estero Aucayes, al sur, de la del río Colorado, al noroeste.

El regreso se realiza por la misma ruta y toma aproximadamente 1 hora y 30 minutos.

Al llegar al espolón rocoso, serás recibido por vistas espectaculares. Desde allí, es posible ver cóndores sobrevolando el área a baja altura, casi a la misma altura en la que estás parado. Sin duda, una experiencia única, si me permites decirlo.

¡Ojo! El corte es bastante abrupto, por lo que es crucial no cruzar la señalética o, si decides hacerlo, estar completamente consciente de dónde te colocas y qué estás pisando. No hay que tomar esto a la ligera: los bordes del farellón son frágiles y pueden desprenderse con facilidad si hay peso sobre ellos. La caída podría ser mortal.

Estos 4 kilometros que separan la entrada del mirador caminando tranquilamente te tomarán entre 3 a 4 horas, sin embargo en modo trail, corriendo y trekeando lo puedes hacer perfectamente en 1 hora y media. Deberia ser sencillo para alguien que practica este deporte, ojo con la bajada ya que tiene algunos sectores donde el grip de tus zapatillas es fundamental para el agarre.

A vistar y disfrutar.